En 1888 Juan Giol, tatarabuelo de María -actual enóloga y 4ta generación familiar-
fundó Bodega Giol, que en su momento fue la más grande del mundo y elaboró sus primeros vinos.
A la vera del Río Tunuyán se encuentra un paisaje único,
un mar de flores color violeta que resplandecen a gran altura y da nombre a estos vinos…
“Valle Las Nencias”. La Linea clasica es simple y amable,
se abre paso con fermentación espontánea a partir de levaduras indígenas.
Mientras que la linea reserva no solo fermenta con levaduras indigenas
si no que su paso por barrica le aportan mayor complejidad y estructura.