El cognac está elaborado a partir del aguardiente que se produce de la doble destilación de los vinos.
El vino pasa por un proceso de doble destilación en alambiques de cobre de tipo charentais o à repasse.
Tras las dos destilaciones, se obtiene un aguardiente incoloro con un contenido alcohólico de aproximadamente un 70% de alcohol.
Durante el envejecimiento, el porcentaje de alcohol (y agua) en el aguardiente disminuye a causa de la evaporación que permiten las paredes de las barricas de roble. Esta fase se denomina "part des anges", o parte de los ángeles, una expresión que se emplea igualmente en la producción de whisky escocés.